jueves, 13 de marzo de 2014

Pero Dios que es rico en misericordia,
por su gran amor con que nos amó,
NOS DIO VIDA!

Efesios 2 dice:



En otro tiempo ustedes estaban muertos en sus transgresiones y pecados, en los cuales andaban conforme a los poderes de este mundo. Se conducían según el que gobierna las tinieblas, según el espíritu que ahora ejerce su poder en los que viven en la desobediencia.

En ese tiempo también todos nosotros vivíamos como ellos, impulsados por nuestros deseos pecaminosos, siguiendo nuestra propia voluntad y nuestros propósitos.

Como los demás, éramos por naturaleza objeto de la ira de Dios.
Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor por nosotros, nos dio vida con Cristo, aun cuando estábamos muertos en pecados. ¡Por gracia ustedes han sido salvados! Y en unión con Cristo Jesús, Dios nos resucitó y nos hizo sentar con él en las regiones celestiales, para mostrar en los tiempos venideros la incomparable riqueza de su gracia, que por su bondad derramó sobre nosotros en Cristo Jesús.

SALVADOS para mostrar la incomparable riquesa de su gracia que fué derramada sobre nosotros.


En medio de ésta vida, en ésta generación y siempre, hemos sido instruidos en vivir nuestra vida y hacer de ella un cacahuate si queremos, nuestros padres nos enseñaron lo mejor que pudieron a nosotros, lo que ellos sabían sobre la vida, intentan darnos los mejor para que seamos lo mejor posible, y así sucesivamente haremos con nuestros hijos.

Pero en éste texto Pablo el autor parece tener una idea muy diferente de lo que es la vida según en concepto de Dios. El nos muestra la vida auto-gobernada por el yo, como aquella en la cual, cuando nos deleitamos en nuestra propia voluntad y nuestros propósitos, impulsados por nuestros deseos pecaminosos, y dice - haciendo lo que hacen todos los demás -, dejando que nuestro yo haga lo que quiera hacer, y que cuando permitimos que la corriente del mundo que nos rodea nos jale, nos empuje o nos arrastre, tristemente nos lleva a un destino común con todos los demás auto-gobernados: la Ira de Dios.

Lo paradójico, la contradicción en mi vida, es que a pesar que he sido salvada por Dios y que ahora soy su hija, y que le he dado a Dios el control de mi vida, muchas veces me encuentro actuando para mi propio beneficio... no solo muchas veces, sino la mayoría de las veces y podría decir, casi siempre creo que tengo el control de mi propia vida, cuando en realidad actuar así, auto-controlada por mi misma, siguiendo mi propia voluntad y mis propios propósitos es contrario a agradar a Dios, si no fuera porque me salvó, en realidad ¡yo merecería la Ira de Dios! Entonces, si yo dejo que me guíe la moda, la forma de pensar actual, aún el humanismo más bienintensionado, estoy dejando que el mundo y mi propia voluntad me guíen y ahí es cuando dejo de tener a Dios como mi prioridad número uno, y El pasa a ser solo un consejero más, y mientras todos mis demás consejeros me dicen que siga mi vida adelante y que cumpla mis sueños y siga mis propios propósitos y sea una personas bien auto-gobernada... Dios me dice, yo te dí vida para que vayas y le digas a otros lo que hice en tí. 

Cuando leo estos textos, pienso - oh no - creo que no estoy enfocada en ésto que Dios dice, sino en todo lo demás, y me encuentro actuando como si hubiera algo más importante para mi y en la vida, que compartir lo que Dios ha hecho por mi a quienes aún no han disfrutado esta hermosa, tremenda y inmerecida gracia, de la que habla el mismo texto:

Nos dio vida con Cristo, aun cuando estábamos muertos en pecados. ¡Por gracia ustedes han sido salvados! Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios.

Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica. - Efesios 2:10

Ahi esta la clave, ¿no? Salvada para buenas obras, las que Dios dispuso de antemano para ponerlas en práctica: SALVADA para mostrar la incomparable riqueza de su gracia que fue derramada sobre MI.

Meditar en ésto realmente me hace cambiar mi perspectiva de cómo vivir mi vida, por quién vivirla y para qué.

Leer Efesios capitulo 2, versiculos 1 al 10

jueves, 17 de noviembre de 2011


Después de La caída solo queda… levantarse!

Paul David Tripp (Whiter Than Snow: Meditations on Sin and Mercy)


“Cuando me acerco al Señor después de haber pecado contra él y haberlo echado todo a perder, solo me queda un argumento: No es el argumento de la dificultad del lugar donde estoy, de las personas difíciles que me rodean, de mis buenas intenciones que han sido distorsionadas en alguna manera. Vengo al Señor con solo una apelación; Su misericordia.

… No tengo ninguna otra defensa. No tengo ninguna otra postura, esperanza. No puedo escapar de la realidad de que mi mayor problema soy yo mismo.

…Así que apelo a la única cosa en mi vida de la que estoy completamente seguro de que nunca fallará, algo que me ha sido garantizado, no solo mi aceptación por Dios, por cuanto soy su hijo, y en Cristo he sido Justificado, sino en la esperanza de que después del arrepentimiento tengo la esperanza de un nuevo comienzo y un inicio fresco.

…Apelo en los términos del más grande regalo que jamás ha sido dado a un mortal.

Dejo la sala de apelación de mi auto defensa, dejo de esconderme en mis pensamientos y admito quien soy yo en realidad.

… Pero no tengo ningún miedo, porque ya he sido bendecido personal y eternamente en Cristo. Porque lo que Jesús ha hecho, Dios lo ve en mi, a mi favor, y me ve con misericordia. Esta es mi única apelación, es el origen de mi esperanza, es mi vida.”

Mi clamor: ¡Misericordia Señor, Ten misericordia de mi!”

miércoles, 24 de agosto de 2011

A veces no es sufiente saberlo...

En el diario caminar pareciera que no basta con conocer las promesas y enseñanzas de Dios para nuestra vida, no basta con creer ésas promesas o simplemente atesorarlas, hay que ponerlas en práctica en el momento de necesidad, hay que realmente hacerlas nuestras cuando estamos en pruebas y aflicción, es creerle a Dios, pero en serio.

Cuando lo religioso nos parezca inaplicable a nuestra confusa y compleja realidad... es cuando se tiene que ejercitar la fe.

Es un tanto cuanto lamentable que como cristianos, como hijos de Dios, veamos la Biblia y sus enseñanzas como si fuese algún tipo de álgebra que no logramos entender y que además no podemos aplicar a nuestra realidad. Deseamos tanto la protección de Dios que somos capaces de acercarnos un poco a El y aprender algunas cosas, pero luego, viene el diario vivir, los conflictos, las luchas, rompimientos y lo afrontamos con recursos humanos, con optimismo y con muchas ganas de salir adelante... pero temo que este humanismo nos ha convertido en humano-dependientes, seres que teniendo un toque de divinidad no acudimos a nuestro Dios para salir adelante, sino que a través del método humano pretendemos afrontar la vida.

Dios si nos puede proteger, pero El ha dispuesto o dejado un método para que eso suceda, no seremos forzados a caminar con El para ser beneficiados, no nos va a bendecir a fuerzas, nos protegerá del mal pero el demanda de nosotros una entrega que probablemente no estamos muy dispuestos a dar, ceder o dejarlo controlar. Mientras no cedamos el control de nuestras vidas a su autoridad, a su voluntad... muy probablemente vamos a tener constantes conflictos morales encerrados dentro de nosotros mismos y cargaremos un sinnúmero de problemas que no podemos resolver ni con la mejor terapia, y compartiremos éstas cargas, este bagaje, pesado, con todos los que nos rodean pues si ya somos incapaces de lidiar con nosotros mismos mucho menos vamos a ser capaces de lidiar con los problemas de los demás.

Yo aun no tengo hijos, y creo que estoy agradecida por eso y porque en el transcurso de mi vida he podido ver mis grandes problemas y entregarlos a Dios que nos dice:


"Venid a Mí todos los que estáis trabajados y cargados, que Yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga". (Mateo 11:28-30)

Se que muchos de nosotros podríamos creer que se puede pasar la vida sin tener que lidiar con lo que no hemos perdonado, lo que no hemos solucionado y todo lo que NO hemos puesto bajo el control de Dios, pero siempre habrá un acontecimiento, una pérdida, una enfermedad que nos dejará en una posición muy incómoda, desagradable y dolorosa y ahí es cuando vamos a tener que decidir, si seguimos en nuestras fuerzas o si finalmente, hacemos lo que debimos hacer desde un principio, ceder todo el control a una fuerza superior y reconocemos que somos incapaces de salir adelante sin su ayuda.

Charles Spurgeon escribió sobre el texto:

Nótese en seguida el precepto aquí asentado: «Venid» no es «aprended», ni «llevad mi yugo» -eso está en el versículo siguiente designado para el próximo grado de experiencia cristiana-, pero el principio de la palabra del Señor es «Venid a mí», «venid». Palabra sencilla, pero muy significativa. Venir es dejar una cosa para acercarse a otra. Venid, pues, vosotros, trabajados y cargados; dejad vuestras obras legales, vuestros esfuerzos en que confiáis, vuestros pecados y presunciones; dejad todo aquello en que hasta hoy habéis confiado y venid a Jesús, esto es, pensad en el Salvador, acercaos a Él, confiad en Él.

Y éste es sólo el primer paso, primero vamos a El y nos hará descansar, pero es un descanso condicionado: - Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. - Una vez que nos acercamos a El... llevaremos una carga diferente, ahora que estamos cerca de El tenemos que obedecerle, aprender de El, y ahí es donde debemos despojarnos del orgullo que nos hace ser quienes somos y como somos, porque tenemos que aceptar que necesitamos aprender de El, que de hecho nuestra aflicción tiene un propósito en la mente de Dios, en su plan maestro, nuestro dolor y desesperación será usado para nuestro provecho o de alguien a nuestro alrededor. Se requiere mucha mansedumbre y humildad para llegar al punto de aceptar esto... por eso tenemos que aprender de el a ser así, como el, a aceptar nuestra circunstancia así de terrible como nos parece mansamente, es decir, apacible y tranquilamente, humildemente.

¿Las crisis en nuestra vida tienen como propósito domar nuestra alma? Creo que no siempre, pero muchas de las veces, los problemas no van a desaparecer sólo porque yo confío en Dios, pero al forma como afrontamos éstas crisis si va a cambiar, nuestra percepción de la realidad se va a ver afectada y es directamente proporcional a la fe que tenemos en El, si he crecido en fe y tengo mucha fe en Dios, me es más fácil confiar en su voluntad que si tengo una fe que esta apenas comenzando a ser usada... Aún los más experimentados en la fe, nos confesarán que aún les falta mucho por andar y que en sus momentos más oscuros su fe ha parecido menguar... Temo que es un camino largo y dificultoso, sin embargo creo que prefiero cargar el yugo de mi Señor, pues promete que será mas ligero mi trayecto. Me atrae lo fácil y lo ligero que dice será éste viaje, pero sobre todo me llama mucho la atención que por muy feo que se ponga, mi alma hallará reposo y descanso en El, siempre.

Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro. Hebreos 4:16

jueves, 15 de octubre de 2009

Nuestros derechos acertivos:

Tenemos derecho...

  • A ser tratados con respeto y dignidad.
  • A equivocarnos y ser responsables de nuestros errores.
  • A tener nuestras propias opiniones y valores.
  • A tener nuestras propias necesidades, y que sean tan importantes como las de los demás.
  • A experimentar y expresar los propios sentimientos, así como a ser sus únicos jueces.
  • A cambiar de opinión, idea o línea de acción.
  • A protestar cuando se nos trata injustamente.
  • A intentar cambiar lo que no nos satisface.
  • A detenernos y pensar antes de actuar.
  • A pedir lo que queremos.
  • A hacer menos de lo que humanamente somos capaces de hacer.
  • A ser independientes.
  • A decidir qué hacer con nuestro propio cuerpo, tiempo y propiedad.
  • A sentir y expresar el dolor.
  • A ignorar los consejos.
  • A rechazar peticiones sin sentirnos culpables o egoístas.
  • A estar solos aun cuando deseen nuestra compañía.
  • A no justificarse ante los demás.
  • A no responsabilizarse de los problemas de otros.
  • A no anticiparse a las necesidades y deseos de los demás.
  • A no estar pendiente de la buena voluntad de los demás.
  • A elegir entre responder o no hacerlo.
  • A hablar sobre el problema con la persona involucrada y aclararlo, en casos límite en que los derechos de cada uno no están del todo claros.
  • A hacer cualquier cosa mientras no violes los derechos de otra persona.
  • A escoger no comportarte de forma asertiva o socialmente hábil.

martes, 22 de septiembre de 2009

El Helecho y el Bambú


Un día decidí darme por vencido…renuncié a mi trabajo, a mi relación, a mi espiritualidad… quería renunciar a mi vida.

Fui al Bosque para tener una última charla con Dios.

"Dios", le dije. "¿Podrías darme una buena razón para no darme por vencido?" Su respuesta me sorprendió…"

Mira a tu alrededor", El dijo. "Ves el helecho y el bambú?"

"Sí", respondí.

"Cuando sembré las semillas del helecho y el bambú, las cuidé muy
bien. Les di luz. Les di agua. El helecho rápidamente creció. Su verde brillante cubría el suelo. Pero nada salió de la semilla de bambú. Sin embargo no renuncié al bambú.

En el segundo año el helecho creció más brillante y abundante. Y
nuevamente, nada creció de la semilla de bambú. Pero no renuncié al bambú." Dijo Él.

"En el tercer año, aun nada brotó de la semilla de bambú... Pero no renuncié." Me dijo.

"En el cuarto año, nuevamente, nada salió de la semilla de bambú.
"No renuncié" dijo.

"Luego en el quinto año un pequeño brote salió de la tierra. En
comparación con el helecho era aparentemente muy pequeño e insignificante. Pero sólo 6 meses después el bambú creció a más de 100 pies de altura. Se la había pasado cinco años echando raíces.
Aquellas raíces lo hicieron fuerte y le dieron lo que necesitaba para
sobrevivir.

"No le daría a ninguna de mis creaciones un reto que no pudiera sobrellevar" Él me dijo. "¿Sabías que todo este tiempo que has estado luchando, realmente has estado echando raíces?"


"No renunciaría al bambú. Nunca renunciaría a ti.No te compares con otros" Me dijo. "El bambú tenía un propósito diferente al del helecho, sin embargo, ambos eran necesarios y hacían del bosque un lugar hermoso".

"Tu tiempo vendrá" Dios me dijo. "¡Crecerás muy alto!"


"¿Qué tan alto debo crecer?" Pregunté.


"¿Qué tan alto crecerá el bambú?" Me preguntó en respuesta.

"¿Tan alto como pueda?" Indagué.


Nunca te arrepientas de un día en tu vida. Los buenos días te dan
felicidad. Los malos días te dan experiencia. Ambos son esenciales para la vida. Continúa…

La felicidad te mantiene Dulce,

Los intentos te mantienen Fuerte,

Las penas te mantienen Humano,

Las caídas te mantienen Humilde,

El éxito te mantiene Brillante

Pero solo Dios te mantiene Caminando...

viernes, 21 de agosto de 2009

Hoy es un día nublado,
Es un día en que no se ve muy claro el cielo
Uno de esos días que sabes que va a refrescar
Con suerte, haga algo de frio...

Es un día nublado,
Con aire, con truenos, con mucha lluvia
A mi me gustan los días así
Que llueva mucho, que llueva copiosamente

Esta chispeando, dice Alegrandro
- A ratos como plumitas caen -
No me queda más que ver llover
Al fin y al cabo, a mi me gustan los días nublados.

Caen las gotas por mis ojos
Mis tristes ojos están llorando
Pero es sólo porque esta nublado
A mi me gusta ver llover, dejare mis ojos mojados

Dejare que rueden las gotas
Me alegraré por cada una que cae
Pues cada lagrima, cada gota
Es la promesa, de que vendrá un día soleado

Esta el cielo oscuro
Nos esta amenazando, que quiere llover
Dejaré de escribir y me iré con mis ojitos
Me iré a ver llover, a esperar aquel día soleado
Tengo los ojos mojados…

jueves, 6 de agosto de 2009

Son solo doce...y estan para pensarse

Ayer estaba rondando por la red y buscando la frase que dice "Enseñame Señor a aceptar lo que no puedo cambiar", encontré ésto otro, y creo que no exagero cuando al leer paso por paso, creo que sería excelente que cualquiera pudiera adoptar algunos si no, todos... el cuarto paso me ha puesto a considerar que no basta solo con pensar que no somos malos o tan malos asi como el error de pensar que somos "buenos"... Platicando con mi madre, le compartía que encontraba extremadamente dificil que pudieramos ser taaaan honestos con nosotros mismos respecto a cómo somos realmente, en nuestro corazón y alma.

Los Doce Pasos de Alcohólicos Anónimos
1. Admitimos que éramos impotentes ante el alcohol, que nuestras vidas se habían vuelto ingobernables.
2. Llegamos a creer que un Poder superior a nosotros mismos podría devolvernos el sano juicio.
3. Decidimos poner nuestras voluntades y nuestras vidas al cuidado de Dios, como nosotros lo concebimos.
4. Sin miedo hicimos un minucioso inventario moral de nosotros mismos.
5. Admitimos ante Dios, ante nosotros mismos, y ante otro ser humano, la naturaleza exacta de nuestros defectos.
6. Estuvimos enteramente dispuestos a dejar que Dios nos liberase de nuestros defectos.
7. Humildemente le pedimos que nos liberase de nuestros defectos.
8. Hicimos una lista de todas aquellas personas a quienes habíamos ofendido y estuvimos dispuestos a reparar el daño que les causamos.
9. Reparamos directamente a cuantos nos fue posible el daño causado, excepto cuando el hacerlo implicaba perjuicio para ellos o para otros.
10. Continuamos haciendo nuestro inventario personal y cuando nos equivocábamos lo admitíamos inmediatamente.
11. Buscamos a través de la oración y la meditación mejorar nuestro contacto consciente con Dios, como nosotros lo concebimos, pidiéndole solamente que nos dejase conocer su voluntad para con nosotros y nos diese la fortaleza para cumplirla.
12. Habiendo obtenido un despertar espiritual como resultado de estos pasos, tratamos de llevar el mensaje a los alcohólicos y de practicar estos principios en todos nuestros asuntos.